ocurrio anoche, eran casi las 12 de la noche y mi estado me llevo hasta encontrarme con el una vez mas.
me reconocio enseguida de mis juegos y baños con la luz de mi vida en sus aguas, entre sus olas, y me dijo que no era normal encontrarme alli a esas horas, que si me sucedia algo pregunto.
le conte todo, le pregunte por cada cosa que se me ocurria e imaginaba, no me guarde nada, me abri como nunca antes habia hecho, me senti desnudo frente a sus ojos.
no dejo ninguna pregunta sin contestar y casi ninguna duda sin resolver, me hablo en su idioma, pero no me costo nada entenderlo, a veces respondia con suavidad rompiendo sin fuerza ante mi, y otras en cambio desataba toda su energia y alzaba la voz para hacerse entender.
fue una conversacion positiva, constructiva, distendida, amena, de dos amigos que llevan tiempo sin hablar aunque se vean casi todos los dias, y que pase lo que pase saben que pueden contar uno con el otro.
vuelve cuando quieras, me dijo, y yo me fui con la promesa de volver pronto, sin las sensaciones que llevaba anoche y con muchas y mejores noticias.
nos despedimos mirandonos, sabiendo que queriamos decir aun sin hablar y estoy completamente seguro que ese nuevo encuentro no se demorara mucho.
el no duerme, no descansa, al ponerse el sol cambia de color, se cubre de oscuridad, se tiñe de negra noche y blanca espuma al romper sus olas, pero su sabiduria y sus brazos siempre los tendre abiertos y dispuestos a ayudarme.
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