termina agosto, terminan las vacaciones, el periodo estival y volvemos a la rutina nuevamente.
este año probablemente cambie de dias, en vez de miercoles y jueves espero que sea lunes y miercoles, pero da lo mismo, son solo dos miseras tardes, son solo cinco horas en total repartidas en dos dias, solo cinco horas la semana que no me toque el fin de semana.
tener una cama vacia durante doce dias, para despues llenarla solamente dos noches y sentir, ver, alucinar con los cambios que van apareciendo y que por las circunstancias me voy perdiendo poco a poco.
tener que buscar ocupaciones para esas tardes de ausencia que tanto duelen.
soñar con su primer dia de uniforme sin saber si voy a verla.
saber que experimentara un cambio importante en su vida y no ser participe al 100%
la rutina de una situacion que nadie querria supongo, al menos nadie que yo conozca, pero es lo que me toca vivir y hay que llevarlo de la mejor manera posible.
mientras, disfruto de sus ronquidos, sus sonidos nocturnos, oirla bajar de la cama a beber agua y su cara media dormida aun cuando se levanta y me da los buenos dias. de cuando llega con sus historias y sus cuentos, me obliga a hacer los planes que trae en mente, tenemos nuestras conversaciones de adultos y al final siempre siempre terminamos riendo juntos.
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