sábado, 13 de septiembre de 2014

Invasión permitida

Siempre he sido una persona muy reservada con mis cosas y hasta algo tímida a la hora de hacer públicos mis sentimientos y deseos. Muchas personas solo han visto o conocen las capas de cebolla que he tejido sobre mi para protegerme de todo tipo de agresión externa... Capas que me servían de cobijo... protección... y a veces incluso de excusa perfecta para seguir adelante y no dejar que nadie las rompiese y llegase al centro de mi ser... al centro de mi universo. Y de repente apareció ella, con sus juegos de palabras, sus dudas, su kitkat, su indecisión decidida, su mirada, su cuerpo, su andar, sus labios, su silueta bajo el sol, su mano junto a la mía... 
Aparecio y la cebolla se deshizo, no sólo acabo con todas y cada una de las capas, fue capaz de eliminar todo su contenido aún sin saberlo y conseguir tocar mi centro en un abrir y cerrar de ojos. 
Me invadió, ocupo en nada mi todo y estoy encantado de todos y cada uno de los momentos de esa invasión permitida. 
Invadió mi corazón... mi mente... mis deseos... mis ilusiones... mi pequeño hogar... mi felicidad que ahora es también la suya... La Luz de mi vida... mi saber estar... mis noches... mis planes...  Invasión permitida de todo lo que ha sido posible y ha querido, y lo mejor de todo, es que esto solo es el principio, la conquista no ha hecho más que empezar...

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