Ayer después de muchísimo tiempo con la idea en mi cabeza, fui de senderismo, ruta de los tajinastes, con salida y llegada en Temisas.
Fueron cuatro horas de pateo por montañas escarpadas, subidas, bajadas, algún que otro risco y mucha piedra. Con varias paradas programadas para descansar y reponer fuerzas fue pasando el día en el cual simplemente me dejaba llevar por la inercia del camino y las demás personas que seguían la ruta.
En total eran alrededor de 30 personas, pero no hay mayor soledad que estar acompañado y sentirte solo.
Cuerpo presente y mente ausente.
Era una experiencia que llevaba mucho tiempo deseando hacer y que quizás debido a mi estado actual pensé que seria de ayuda, que me despejaría al menos ese tiempo que estuviese haciéndola, pero todo lo contrario, a cada paso que daba en la montaña, en cada piedra o desnivel que veía y superaba MSM estaba allí conmigo.
El unico recuerdo que guardare de mi primera ruta será las bolsas de mis pies por el nuevo calzado que estaba estrenando.
En un futuro cuando todo este en su sitio me gustaría volver a repetir, poder disfrutar de las vistas y parajes que tenemos escondidos en nuestra isla, pero como primera actividad para empezar e intentar salir y seguir no ha dado el resultado esperado.
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